Buenas
tardes una semana más
Esta
semana ha tenido lugar la exposición de unas compañeras de clase de su sesión
práctica de cuento motor, la cual tenía como contenido de Educación Física, los
lanzamientos y recepción. Está englobada en el proyecto de los castillos, el
cual va dirigido a niños de tres años. Como toda sesión,
esta contaba con cinco momentos: ritual de entrada, momento de encuentro,
momento de actividad motriz, momento de relajación y ritual de salida.
Una
de las compañeras ha comenzado con el ritual de entrada, saludando y preguntando cómo estábamos. Tras ello ha elegido a la
responsable de clase y nos ha indicado que conforme nos fuera nombrando,
teníamos que coger los botellines de agua y ponernos en la fila. Una vez que
todos estábamos en la fila, nos enseñó la canción que utilizamos para ir de la
clase al pabellón y viceversa.
Al
llegar a la zona de encuentro, la misma compañera nos ha pedido que nos
sentásemos sobre la línea del círculo y dejásemos las botellas delante de
nosotros y nos ha dicho cúales iban a ser las normas en voz alta acompañándolo
todo de gestos.
Yo
personalmente como ya he mencionado en entradas anteriores, hubiese empleado un
cartel en el que apareciesen dibujos de esas normas o en el caso de ellas, les
hubiese pedido a los alumnos que repitieran los gestos que ella hacía para
explicar cada norma.
Ellas
previamente habían ubicado en el centro del círculo un castillo de goma eva,
con el objetivo de motivar a los alumnos.
Seguidamente,
ha realizado una serie de preguntas: ¿Os acordáis como se llamaba el castillo
que visitamos? ¿Cómo era? ¿Si nos lo habíamos pasado bien?, etc.
Tras
estas preguntas, nos ha presentado a “Blanditus” el protagonista del cuento y
seguidamente ha comenzado a narrar el cuento motor del castillo Atalaya. Cuando
lo ha visto conveniente, nos ha pedido que nos levantásemos y nos pusiéramos en fila india detrás de la responsable para
explicarnos el juego que hacía referencia a esa parte del cuento. Dicho juego
consistía en que por parejas uno enfrente del otro y a una pequeña distancia, tenían
que darse color. Para ello primero la compañera le repartió a cada pareja una
pelota de papel. A su señal el niño que tenía la pelota tenía que lanzársela a
su compañero de cintura hacia abajo y tras ello recogerla. Luego se cambiaban
los roles. Aquí la compañera introdujo una variable la cual consistía en lanzar
la pelota desde una distancia un poco más grande.
Otra
variante podría haber sido que ella en cada tirada fuese diciendo una parte del
cuerpo donde el alumno tenía que lanzar.
Tras
finalizar esta primera parte del cuento motor, la otra compañera nos ha pedido
que nos sentásemos en el suelo formando un semicírculo y ha seguido narrando el
cuento. Cuando lo ha creído conveniente, ha vuelto a parar de narrar el cuento
para explicarnos en qué consistía este juego. Este juego consistía en que
teníamos que lanzar todos los colores dentro de la caja. Para ello la compañera
ha dividido al grupo clase en dos grupos formando dos filas indias, una al lado
de la otra. Los alumnos a su señal de manera individual, teníamos que coger una
bola de papel del suelo, lanzarla a la caja y colocarse de nuevo en la fila por
la parte de detrás. En este juego la compañera ha introducido una variable, colocando
la caja a una distancia más grande.
Este
juego me ha resultado analítico. Quizás yo hubiese realizado un juego más
dinámico, que les permitiera desarrollar la competencia social y comunicativa.
Tal
vez yo hubiese delimitado la zona de juego en dos mitades y hubiese hecho dos
equipos: equipo rojo y equipo azul. A cada alumno le hubiese repartido una bola
de papel y el juego consistiría en que antes que la maestra hiciese un sonido, tener
la menor cantidad de bolas de papel en su zona de juego.
Tras
finalizar este juego, la compañera ha seguido narrando el cuento en el mismo
lugar y se ha vuelto a detener para explicar el nuevo juego. Dicho juego
consistía en que los alumnos de nuevo divididos en dos equipos y colocados cada
uno de ellos en un lado de la caja formando una fila india, tenían que ir
pasándose la pelota que el alumno que estaba al lado de la caja, cogía de ella
a la señal de la maestra. El último alumno de cada fila tenía que dejar la
pelota en el suelo.
Este
juego, para que fuese más dinámico podría haberse realizado formando de igual
modo, dos filas a cada uno de los lados de la caja, para que el alumno que coge
la pelota de la caja se la pase al que está detrás suya entra las piernas, este
al de detrás suya y así sucesivamente hasta que esta llega al último alumno de
la fila y este se coloca el primero en ella y así sucesivamente.
Tras
finalizar este juego, la compañera vuelve a pedir que formemos una fila para
dirigirnos al lugar de encuentro para beber agua o ir al aseo y sigue narrando el
cuento de nuevo y cuando lo ve oportuno, se detiene para pedirnos que de nuevo
formando una fila detrás de la delegada, nos dirijamos al lugar donde se va
hacer el último juego y explicarlo.
Este
último juego consistía en derribar el muro (botellas de plástico), con la ayuda
de una pelota. Para ello la compañera ha divido a la clase en tres grupos y ha
pedido que nos sentásemos en forma de semicírculo delante de nuestro muro, de
tal manera que cada equipo tenía que derribar su muro. Para ello primero tenía
que lanzar la pelota un componente del grupo, recogerla, luego el siguiente y
así sucesivamente hasta que el muro este completamente derribado.
Finalmente,
hemos vuelto al momento de encuentro. Para ello la compañera ha pedido que
formásemos una fila y una vez allí ha finalizado narrando el cuento motor.
Seguidamente hemos hecho la relajación. Para ello la compañera nos ha pedido
que cerrásemos los ojos y que comenzáramos a coger aire por la boca y a
soltarlo por la misma. Mientras, ella repartió a cada niño una pelota (globo
relleno de arroz) para que nosotros nos diésemos color masajeándonos con el por
todo nuestro cuerpo.
Finalmente,
la compañera nos pedido que fuéramos abriendo los ojos lentamente y del mismo
modo nos fuéramos levantando. Tras ello pidió a los alumnos que cogieran sus
botellas de agua para de nuevo formar la fila y regresar al aula, empleando la
misma canción que se utilizó para ir de la clase al pabellón.
Con
esta sesión considero que las compañeras han trabajado el contenido escogido,
aunque algunas de las actividades carecían de dinamismo.
Cuando
hemos hecho la puesta en común, uno de los aspectos positivos que mis
compañeras han tenido y con el cual estoy totalmente de acuerdo, es que han ido
introduciendo pequeñas variantes en cada uno los juegos. También considero que
su actitud ha sido muy buena ya que ha sabido dirigir la clase en todo momento
y su actitud hacia nosotras ha sido buena ya que nos hacia participes y en todo
momento y nos respondía a las dudas.
En
cuanto a cosas a mejorar, en el momento de puesta en común se ha comentado que
quizás debían de haber pedido a los alumnos que repitieran las normas con los
gestos cuando ella las hacía, así como también hacer a los alumnos participes
en la recogida de material y haber dedicado un poco de tiempo para hacer una
pequeña reflexión con los alumnos para de esta forma saber que habían aprendido
los mismos, así como qué juego les había gustado más.
Hasta
aquí la entrada de esta semana
Un saludo y espero que os sea útil
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